En el mundo de hoy la competencia se vive a flor de piel y en el campo de la publicidad, el diseño y las comunicaciones no es la excepción, al momento de contratar a alguien se tiene en cuenta, en esencia:
• La calidad del trabajo.
• El tiempo de desarrollo.
• El cumplimiento al momento de entregar.
Depende del tipo de combinación que se haga de estas cualidades y las necesidades del proyecto, el resultado del trabajo que se mande a hacer. Así que la pregunta es: ¿con base en qué se debe tomar la decisión de contratar a una persona o empresa? Aquí te sugerimos algunas respuestas:
Antes que nada es primordial que como cliente se tenga claro qué se quiere comunicar, a que público va dirigido el proyecto, cuál es el presupuesto y los tiempos en los que se debe realizar. El no tener claro estos aspectos puede llevar a atrasos y por tanto a perdidas.
¿El trabajo de esa agencia o persona corresponde con lo que estás buscando?
Por otra parte, puede que el trabajo de la persona o agencia que quieres contratar sea “bonito” o “esté a la moda” pero que no satisfaga la necesidad necesidad del proyecto a cabalidad; esto se puede resolver con una entrevista o reunión y tener la certeza de que el/ella o ellos son son lo que necesitas.
No es lo mismo contratar a una agencia a una agencia multinacional, trabajar con un colectivo o una persona, todo depende de la envergadura de tu proyecto, el objetivo y el presupuesto que tengas disponible y la forma en la que vas a pagar, si es por horas o por proyecto.
• Si se plantea una campaña que involucre, tono de comunicación, diseño web, diseño editorial, copy, diseño de marca y redes sociales lo mejor es buscar una agencia o empresa que tenga el equipo disponible para cumplir con esa demanda.
• Si es un proyecto pequeño en el que necesitas sólo desarrollo de marca y web, puede depender de una sola persona, teniendo en cuenta su trabajo.
Este punto es importante y no debe pasar desapercibido. El hecho de que se le pague a alguien para que haga un trabajo, no quiere decir que es automáticamente propiedad del cliente, este acuerdo debe quedar firmado a la hora de contratar, que el trabajo que se realiza es de su total propiedad.
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